Estando segura de ti misma y sintiéndote feliz por tus atributos físicos y mentales, te conviertes en una mujer poderosamente atractiva. Incluso tus adversarios te han de admirar. Es así como la Emperatriz se convierte en símbolo de deseo.
La Emperatriz en el Tarot es el poder femenino. Poder de verdad. Seduce, enamora, consigue favores, extiende puentes y gana posición, pero solo se entrega en cuerpo y alma si así lo quiere o las circunstancias se lo demandan.
La Emperatriz sabe cuánto vale y es consciente de la importancia de su papel y sus posibilidades en el juego del poder. Se gobierna a sí misma para hacer de su feminidad un arma o un recurso. Sí que sabe manejarse en la intimidad.
Todo lo que una mujer pueda ser en la esfera de la sexualidad ella lo será si eso la conduce al poder. No lo hará si la condena a perder su puesto.
Creo que la carta de la Emperatriz representa los poderes sexuales a los que solo una mujer puede acceder.
La sexualidad de la Emperatriz en el Tarot es su gran herramienta, y su gran poder. Desborda pasión y sensualidad. Siempre mucho que desear… y espacio, para que se pueda imaginar.
Ella podrá ser vista como una Musa o una Diosa… y lo mejor de todo, es que ella es conciente de que lo es.
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Que la buenafortuna esté en tu camino.
